HoLaa gentte, espperoo que os lo paseiis suupper Biienn leyendoo esta HiisttoRiia! :)

sábado, 30 de octubre de 2010

Capítulo 1: Primeros encuentros

" Ya no podía más..."

-¡Dejádme en paz! Grité, cuando de pronto...caí al suelo. Me levanté y volví a intentarlo, pero no podía más, mis piernas ya no aguantaban en pie, necesitaba un descanso, pero no podía parar de correr. Me iban a alcanzar, estaba segura, aquello parecía tan real; pero cuando las sombras estaban al alcance de mi mano, desaparecieron... y el miedo se esfumó de repente.
-¡SUSAN, EL DESAYUNO!
En un intento fallido por levantarme, me caí de la cama, rodé hasta la silla de mi escritorio, me puse las zapatillas y me fui corriendo hasta el baño para arreglarme.
Después de vestirme, bajé a tomar mi desayuno favorito, tortitas con caramelo y plátano.
Cuando acabé de desayunar, me fui al baño para lavarme los dientes, cogí la mochila al vuelo y caminé hacia la puerta para irme al instituto, en cuanto puse un pie en la calle me di cuenta una vez más de que en Seattle había llegado el invierno, aunque un poco pronto porque todavía no habíamos llegado al mes de diciembre... No conseguía acostumbrarme a esa época del año; esperé cinco minutos, y llegó el autobús del instituto. Cuando subí, cai en la cuenta que mi mejor amigo, Mark, no estaba desde hacía dos semanas, lo echaba mucho de menos, sin él el instituto ya no era lo mismo. (o al menos apra mí);
Entonces me di cuenta de que había un alumno nuevo, y me dirijí hacía él al ver que estaba solo en el asiento.
-Hola, ¿está ocupado este sitio? -le pregunté; la verdad es que no quería dejarlo solo.
-Prefiero sentarme solo, si no te importa. -dijo muy serio.
-La verdad esque no hay más sitios, lo siento...-Ya se habían sentado todos, pero tampoco esque yo tubiera la peste o algo asi ¿No?
Pasamos un rato sentados sin hablarnos; él era muy hostil, pero me pareció bastante atractivo a primera vista...
-¿Cómo te llamas? -le pregunté al ver que el no se atrevía a decir nada.
-Red. -dijo muy seco.
-Encantada. -dije, entonces hice un intento por estrecharle la mano, pero se giró hacia la ventana.- Mi nombre es Susan, por si lo querías saber. -dije un poco nerviosa.
-Nadie te ha preguntado.-contestó.
-Lo siento si te he molestado, Red.-Le dije.- Pero tampoco creo que pase nada si fueses un poco amable.
-Ah, vale. -dijo entre dientes, no me caía bien, pero algo de él me atraía, no sabía que era.
Llegamos al instituto, y miré el planing; me tocaba sociales, no amaba esa asignatura, pero como en todas, tenía que asistir para aprobar...
A la hora de comer, me topé con Diana y con su seguidora, Andrea.
Diana era la chica más odiosa del instituto,aunque siempre me he preguntado por qué; oh, oh... eso acabaría mal, no se por qué, pero me tenía manía... Dicen que cuando una chica te tiene mania es porque le supones un problema, y la mayoria de las veces que es porque está celosa de ti;
pero ¿Qué celos podía tener una chica como Diana (guapísima, muy delgada, rubia, y extremadamente rica), de mi?
-Hola Susan. -dijo con su tonito habitual.
-Hola Diana. -dije imitándola, aunque no me salía del todo bien.
-Oye, ¿alguna vez te has peinado? Es que pareces un estropajo con patas. -se rió a carcajadas.
La verdad esque siempre intentaba dejarme mal delante de todos... Y muchas veces lo conseguía, pero esta vez no, no se saldría con la suya.
-Lo síento Diana. -dije riendome entre dientes.
-¿Por que lo síentes? -preguntó.
-Lo síento por dos cosas.-le contesté sarcástica.
-¿Y cuales son? -preguntó confusa.
-Una, tengo muy mal carácter, y la segunda es que mi refresco no pega con tu pelo. -y acto seguido, le tiré mi naranjada a la cabeza.
-¿Cómo has podido? ¿Qué has hecho? -preguntó furiosa y quitándose la bebida de los ojos.
-Mejorarte el peinado,-Dije lo suficientemente alto como para que todo el comedor pdiera oirlo.- ¿Ahora quien tiene el pelo peor? -susurré entre dientes.
-¡Ahora verás!. -y cogió un puñado de su ensalada con la mano y me lo tiró a la cabeza.
Una mano me arrastró hacia el suelo cogiéndome por el hombro, y la ensalada aterrizó en la cabeza de Zoey, una niña de 3º de ESO, dos cursos inferiores al nuestro...
¡Oh, Dios, Mio! La verdad esque me temia lo que iva a pasar, pero esperaba que nadie cometiera ninguna tonteriá como...
-¡¡¡Guerra de comida!!! (Sí, exactamente como esa tonteria).
Y se inició una inacabable lucha de comida. Y cuando giré la cabeza para ver quien me había rescatado de aquel gigantesco plato de espaguetis, no había nadie, solo la comida volando por los aires.
Entonces me escondí detras de una puerta y allí vi otra vez a aquel chico del autobús, entonces le miré y los dos nos empezamos a reir a la vez sin saber por qué...
De repente entró el director Stakermen, el hombre más insoportable del planeta Tierra; venía con todos los profesores y gritó:
-¡PARAD! -pero nadie le hizo caso.
-¡PARAD U OS EXPULSARÉ A TODOS!. -pero nadie paró de tirar comida, hasta que... ¡¡RINGGG!! Sonó el timbre, y en un abrir y cerrar de ojos no había nadie en el comedor nada más que el director, Red y yo; eso no iba a acabar muy bién.
-¡Vosotros dos, a mi despacho! -gritó. Red y yo nos miramos y con la cabeza gacha,aunque con una risita insostenible entre dientes, nos levantamos y fuimos directos al despacho.
Cuando llegamos, citó a Red y me dijo que esperara fuera.
Cuando acabó de hablar con Red,después de un largo rato, me llamó a mi, y fui hacía la puerta cuando de pronto red me guiñó un ojo mientras salía de la habitación. Sinceramente yo no entendía nada, antes era tan hostil, bueno me sentí un poco desconcertada, pero la verdad es que me gustó. Entré muy asustada en aquella habitación, me senté frente a frente con el director Stakermen pero sin mirarle a la cara, y me dijo:
-Tu debes de ser Susan, me gustaria decir que estoy encantado de connocerte pero por desgracia no es asi.(Habeís conocido a alguien más insoportable?) Red me ha dicho que él ha empezado la pelea, pero quiero oir tu version de los hechos, jovencita.
-¿En serio le ha dicho eso?-pregunté atónita.
-Si. ¿Tienes algo que añadir?
-¡SI! Claro que si, no puede culparle a él, fué Diana. -dije.
-¿En serio? Veamos, ¿así que estaba intentando protegeros? -preguntó.
-Eso creo. -dije, aunque estaba totalmente desoncertada, por la versión de Red.
-¿Y tu has hecho algo? -preguntó- porque no dudaría en creérmelo.
-Bueno... Solo es que... Le tiré el refresco en la cabeza a Diana... Pero fue por que ella me provocó, y me puse nerviosa y... -dije más impaciente aun.
-¿Que? Bueno, ya he oido bastante... Y ya he tomado una decisión, estáis los tres castigados a partir de mañana, después de clase, durante toda una semana. Puedes darle la notícia a Red y dile a Diana que quiero hablar con ella, yo mismo se lo diré. -exigió el director.
-Pero... ¡No es justo!
-¡La vida no es nada justa! Y ahora fuera de mi despacho inmediatamente. -dijo. Me fui sin decir nada, muy enfadada con aquel monstruo, pero con una sonrisa en la cara al saber que iba a estar durante toda una semana con Red. Cada uno se fué a su clase sin decir nada porque el director nos estaba vigilando.
Las clases iguieron su curso normal, es decir, puro aburrimiento. Mates, geologia, historia del arte... El día se me hizo muy largo, la verdad.
A la salida del instituto, me encontré con Red, parecia un poco serio y distante, pero no sabia que decirle, puesto que tenia unos cambios de humor asombrosos. Al final se me ocurrió algo.
-Hola, ¿Que te ha dicho? - le pregunté.
-Que la proxima vez que quiera llamar la atención, no lo haga en el instituto. -me contestó irritado.
-¿Por que te echastes la culpa? ¿Esque ahora te caigo bien? ¿y Dinana te cae bien? -le insistí.
-Me culpé, porque yo ya estoy acostumbrado a los castigos, pero por vuestra pinta se podría decir que vosotras no. -añadió.
-Ya... pero, a mi me da igual con tal de que castiguen a Diana. -dije.
-¿Ah si? -me preguntó- ¿tan mal te cae? Aunque nose por qué pregunto nada, solo hay que ver el numerito que habeis montado en la cafetería, pero la verdad esque ha sido muy gracioso.
-Si... pero tempoco me importa porque así nos podremos ver más... -dije bastante sonrojada.
-Bueno, yo me voy -respondió él muy frío.
-¿Es que he dicho algo que te ha molestado? -le pregunté mientras se iba.
-No, no es nada -dijo.
-Bueno, ¡ADIÓS! -grité. Y como eran las 14:00 h. me dirigí hacia el autobús para irme a casa...
Todavía no sabía que le diría a mis padres con respecto a lo del castigo y todo eso, pero ahora estaba concentrada en otras cosas mas importantes, como por ejemplo en qué haría o qué le diría a Red mañana, no quería volver a cagarla.
Al bajar del autobús, en dirección a casa, me encontré con mi nuevo vecino. No sabía nada de él, pero creo que se mudó hace dos dias.
-Hola, ¿no nos conocemos verdad?-le pregunté.
-Creo que no-Dijo el chico.
-Encantada de conocerte, mi nombre es Susan, ¿y tu, como te llamas?
-Jason, Jason miller.-¡OhDiosMio! ¡Era guapísimo y era mi vecino! Tenía unos grandes y bonitos ojos marrones verdosos y tenía una piel muy morena y unos brazos firmes y... Era muy... ¡Dios! ¡Era demasiado!
-Encantada de conocerte Jason,(le dije demasiado alegre, y con una sonrisa que desde mi punto de vista, era la de una imbécil) hablaremos en otro momento, ¿vale? Esque... Me tengo que ir -titubeé.
Yo estaba muy nerviosa, pero esque lo mio era muy fuerte, primero me encontraba con Red y ahora con este nuevo vecino tan guapo.
-Mmm, vale, bueno, si me necesitas ya sabes donde estoy -respondió con una sonrisa, practicamente perfecta.
Entre a mi casa, dejé la mochila en la entrada y fuí directa a mi habitación para estudiar, mientras se hacía la comida, pero cuando vi a mi madre llorando en el comedor me asusté mucho, así que dejé la chaqueta en mi cuarto y fuí corriendo a preguntarle que pasaba.
La verdad esque esta era la primera vez que veia a mi madre llorar, asique el sunto tenía que ser bestante grave.
-Mamá, ¿qué te pasa? -le prengunté muy asustada
-Nada cariño, estoy bien. -dijo en un intento fallido por convencerme.
-Mamá, no tengo 2 años, puedes contármelo. -le dije.
-No quiero preocuparte.-me dijo desconsolada.
-Mamá, por favor dímelo.- le insistí.
-Bueno, pues verás, la verdad es que... En la fabrica de tu padre han hecho limpieza de personal, lo han despedido y para mejorar las cosas lo han reemplazado por una máquina, mucho más... La palabra fué "eficiente", y eso le ha afectado. -dijo mi madre.
-Mamá, no te preocupes, verás que todo saldrá bien, yo me pondré a trabajar, ayer vi que en el café de aquí al lado necesitan personal, y ya sabes que tengo esperiencia como camarera, conseguiré ese trabajo y saldremos adelante.-dije.
-No, Susan, no quiero que dejes de estudiar por esto, acabas de empezar el curso y solo tienes 16 años cariño, las chicas de tu edad necesitan seguir estudiando para conseguir un trabajo de verdad en el futuro. -me aconsejó mi madre.
-Mamá tranquila, después del instituto me iré a trabajar, y después a la biblioteca, lo que me queda de tiempo, y los días libres estudiaré mucho, te lo prometo.
-Bueno, la verdad esque lo necesitamos, pero solo si estudias de verdad, ¿vale? -preguntó convencida.
-Todo saldrá bien, ya lo verás. -dije. Después de la charla, cogí unas patatas fritas y subí corriéndo a mi cuarto, porque estaba muy cansada, y con la charla de mi madre se ma habían quitado todas las ganas de comer que podía trener.
Al subir, me tumbé en la cama y vi mi película favorita, sonrisas y lágrimas, al acabar la película, sobre las 19:00, bajé corriendo a cenar. Cuando llegué a la cocina había pasta casera hecha por mi madre, entonces, cogí los vasos y cubiertos, y empecé a poner la mesa.
Al acabar, nos reunimos todos y empezamos a cenar; mi padre tenía una cara muy larga, estaba deprimido, pálido, y tenia unas ojeras que daban miedo,(parecia que no hubiera dormido en toda una semana), pero tenía miedo a decir algo y poner las cosas peor todavía... Aunque tampoco quería estar callada. Estaba confusa, no sabía que hacer, así que le dije:
-Papá,mamá me ha contado lo que nos está pasando, y la verdad, no creo que sea tan grave. Tranquilo, todo se arreglará. Yo voy a trabajar en un café, y pagan muy bien. Mientras tanto, podremos sobrevivir con nuestros ahorros.
-Cariño, no es por el dinero, es porque me han reemplazado por una absurda máquina, y a mi me gustaba mi trabajo, así que Susan, por el dinero no te preocupes, tenemos suficiente ahorrado para seguir con nuestras vidas normales durante un buen tiempo. -dijo convencido.
-Cambiando de tema, tengo una buena noticia. He encontrado trabajo, soy asistenta del cine Uptown, vamos, que vivimos en frente; solo será bajar de casa, dar unos cuantos pasos y llegar, así que tranquilo, estaré aquí al lado. -Añadió mi madre.
-¿Y cuando nos lo pensabas decir, Lana? -Dijo mi padre muy feliz.
-Lo siento, estaba esperando el momento adecuado; el trabajo está bastante bién, me pagarán 870 euros al mes y solo trabajaré 5 horas al dia, de miercoles a domingo.
-Menos mal, por lo menos tendrémos dos sueldos, por que yo también he estado buscando, pero no he encontrado nada. -dijo mi padre cambiando de humor en un instante.
-Papá, mamá, estoy segura de que lo solucionaremos. Hasta entonces estaremos bién. -Dije sonriendo -No os agobieis.
-Estoy de acuerdo Henrie, no nos tenemos que agobiar, todo saldrá bien.-Dijo mi madre.
Entonces, yo acabé de cenar, y después de fregar los platos y darles las buenas noches, subí las escaleras en dirección a mi cuarto, y saqué el libro de mates de la mochila. Me tumbé en la cama para estudiar, y creo que me quedé dormida...

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